La obesidad de las mascotas se está convirtiendo en una epidemia y debería ser una de las principales preocupaciones en la salud de las mascotas. Muchos humanos compañeros de animales de compañía luchan por mantenerles en un peso ideal y para ellos van estos consejos.
Lo admitiremos, a veces puede ser difícil negarle a esos ojos de cachorro que piden probarlo todo cuando cocinamos por ejemplo y solo queremos que nuestras mascotas sean felices, ¿verdad? Desafortunadamente, algunos kilos de más pueden ser perjudiciales.
El exceso de peso en nuestras mascotas puede causar una variedad de otros problemas de salud, del mismo modo que la obesidad puede tener efectos adversos en la salud humana.
Problemas derivados de la obesidad
Es posible que algunos kilos de más en un perro o gato no parezcan motivo de preocupación, pero el peso adicional puede exacerbar la artritis, causar problemas en las articulaciones y los huesos, y puede aumentar en gran medida la posibilidad de que tu mascota desarrolle diabetes o enfermedades cardíacas y respiratorias. Su sistema inmunológico puede verse disminuido, lo que mengua su capacidad para combatir otras enfermedades y dolencias.
Es mejor aprender cómo prevenir la obesidad de las mascotas antes de que surjan complicaciones relacionadas con el peso, porque incluso si tu mascota pierde peso, el daño puede ser irreversible.
¿Mi mascota es obesa?
La forma más fácil de saber si tu mascota tiene sobrepeso es palpando las costillas. Si puedes sentir fácilmente las costillas individuales, lo más probable es que tu mascota no tenga sobrepeso. También los huesos de la cadera que no deben verse a simple vista pero deben poder palparse.
Causas de la obesidad
No hay una sola causa de obesidad en las mascotas ya que hay bastantes factores involucrados. Nuestras mascotas confían en nosotros para que las alimentemos adecuadamente y les demos la cantidad adecuada de actividad física para mantenerse en forma. No piensan en lo que comen, si están comiendo en exceso y cómo puede afectar su salud.
Si tus perros son como los míos, aceptarán cualquier premio o sobrante que se les ofrezca sin dudarlo.
La mayoría de las mascotas, incluidos los gatos, necesitan una buena cantidad de actividad física todos los días para mantenerse en forma; un estilo de vida sedentario combinado con una mala nutrición es la principal causa de obesidad en las mascotas.
Al decidir con qué y cuánto alimentar a tus mascotas ten en cuenta su nivel de actividad. La cantidad de alimento que se indica en las instrucciones de las etiquetas de los alimentos para mascotas puede contener demasiadas calorías para tus animales, especialmente si no son muy activos.
Muchos dueños de mascotas les alimentan a demanda, en otras palabras, sus animales tienen acceso constante a la comida durante todo el día. Algunas mascotas, aunque pocas y distantes entre sí, son buenas para autorregularse y dejan de comer cuando están llenas, mientras que otras devoran comida siempre que esta esté disponible. Es importante medir la cantidad de comida que comen tus mascotas en un día incluidas las golosinas y las sobras de la mesa, para que puedas controlar su ingesta.
Razas más propensas a la obesidad
Algunas razas específicas pueden ser más susceptibles a la obesidad. Estas razas pueden estar predispuestas a afecciones que incluyen un metabolismo naturalmente lento y trastornos hormonales que las hacen más propensas a aumentar de peso.
Tener una mascota esterilizada o castrada también hace que el metabolismo se ralentice y, después del procedimiento, muchas mascotas aumentan de peso, pero los beneficios de esterilizar y castrar a las mascotas superan con creces los aspectos negativos.
Sencillos pasos para prevenir la obesidad de las mascotas
- Conoce los requisitos calóricos de tus animales
El ser humano promedio necesita una dieta de 2000 calorías para mantener su peso y recibir una nutrición adecuada, nuestras mascotas necesitan mucho menos.
- Control de las porciones
Usa un recipiente para la comida más pequeño. Los estudios han demostrado que el tamaño del plato de comida de tu mascota afecta la cantidad de comida que le das. Si tienes un chihuahua y estás usando un cuenco de 20 centímetros de diámetro, probablemente vas a sobrealimentar bastante al pequeño. Todo tiene que ver con la cantidad de comida que se percibe que hay en el utensilio. Si usaras un plato pequeño percibirías que estás alimentando con más comida. Si estás tratando de ayudar a tu mascota a perder peso, usar un cuenco más pequeño será de gran ayuda para alcanzar los objetivos deseados.
- Mantén un registro de premios/golosinas y “picoteos”
Muchas personas están alimentando con la cantidad correcta de alimento para el peso apropiado del animal, pero también pueden estar dándoles una docena de premios/golosinas o “picoteos” de comida para humanos durante el día. No olvides que los premios/ golosinas y cualquier alimento que consuma tu mascota a lo largo del día también deben contar para el cálculo de su ingesta diaria de calorías. ¡Eso incluye las golosinas que se usan para entrenar! Es posible suplementar el pienso con fibra si el animal está estreñido.
- Varias ingestas más pequeñas
Si sientes que tu mascota parece tener hambre a lo largo del día, intenta dividir las comidas del animal en raciones más pequeñas y más frecuentes durante el día. Antes de programar 4 comidas al día ten en cuenta que tu mascota probablemente te haya entrenado para que lo alimentes cuando hace algo específico.
Por ejemplo: Hay mascotas que asocian el sentarse al lado del frasco de golosinas con cara de tristeza para la obtención de una galleta, o gatos que maúllan a todo pulmón durante unos instantes reciben una golosina o dos. Es probable que las mascotas no tengan hambre, pero están repitiendo comportamientos que en el pasado han sido recompensados con una golosina o comida extra. Intenta no ceder, redirigirlos con un juego o dar un paseo rápido te ayudará a fomentar nuevos patrones de comportamiento respecto a la ingesta de alimentos fuera de dieta.
- ¡Alimentos tóxicos!
No alimentes al animal con alimentos que puedan ser tóxicos, como tomates, cebollas, champiñones, ajo, aguacates, patatas crudas, uvas, pasas o cualquier hueso, tallo o semilla de frutas.
Siempre debes consultar a tu veterinario antes de poner a tus animales de compañía en una dieta especial o en un programa de ejercicios. El primer paso, el más importante y a menudo el más difícil es controlar la cantidad de comida que tu mascota puede comer. Si no puedes ejercitarle con la frecuencia necesaria o si tu perro por ejemplo tiene una afección que dificulta la actividad y el mantenimiento de su peso natural, tu veterinario a menudo puede hacer recomendaciones para ayudar con esta situación.
Recuerda que un enfoque lento y constante es el más saludable, al igual que con personas que se encuentran en la misma situación. Realiza cambios lentos y progresivos en la dieta y el régimen de ejercicio de tu mascota y contempla que tu animal de compañía no debe perder más del 1-2% de su peso corporal por semana.
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