En los meses y regiones de mayor temperatura, fundamentalmente en los meses de verano, es muy importante tener en cuenta que nuestros animales de compañía van descalzos.

Parece una apreciación muy obvia aunque generalmente atendemos casos de animales con ampollas debajo de las almohadillas por haber transitado por asfalto, aceras, arena y superficies metálicas a altas temperaturas.

También existen factores de riesgo con los climas de bajas temperaturas por la exposición directa de las almohadillas al frío, provocando lesiones por la congelación de los tejidos o por incrustación de trozos pequeños de hielo entre las almohadillas.

En nuestro blog puedes encontrar un artículo de veterinario a domicilio en Madrid relacionado a los Consejos para pasear con tus animales en invierno.

En este post, y dado que estamos en plena temporada estival, vamos a tratar los aspectos que debemos tener en cuenta y controlar a la hora de pasear con nuestros animales en verano.

Tipos de superficies

El asfalto, las baldosas y los acabados que “visten” las ciudades, cuentan con la capacidad de acumular calor y por ello en los meses de mayor temperatura ambiente estos materiales presentan temperaturas tan elevadas que como se dice coloquialmente… “Se podría cocinar un huevo sobre ellos”.

Por esta causa y por el hecho de que nuestros animales van descalzos, es muy importante comprobar la temperatura del asfalto y las aceras antes de exponerles a caminar sobre ellas.

Comprobando la temperatura

Con una comprobación muy sencilla podemos evitar lesiones muy dolorosas y difíciles de curar en nuestros compañeros de vida. Simplemente sitúa una de tus manos sobre las superficies y si no puedes mantenerla por más de 5 segundos apoyada significa que no es una superficie apta para las patas descalzas de tu animal de compañía.

Ten especialmente en cuenta que las superficies metálicas como tapas de alcantarillas, registros de agua, gas… o cualquier tapa de forja o embellecedor metálico de bordillos o aceras, adquieren temperaturas más elevadas que la del asfalto o baldosas de aceras. Por ello evita que el animal transite sobre ellas en las circunstancias ambientales referenciadas.

 Otros factores a tener en cuenta

También es muy importante revisar los sitios a transitar prestando especial atención a cristales rotos, colillas de cigarrillos encendidas o cualquier elemento pequeño punzante como pueden ser trozos de alambre y clavos. Parece obvio, pero una vez más quiero remarcar que los daños en las almohadillas por quemaduras por calor o frío y por cortes son casos bastantes frecuentes en nuestras consultas de veterinario a domicilio en Madrid.

Continuar con la atención fuera de la ciudad

En zonas rurales y costeras no debemos bajar el grado de atención a los aspectos señalados en este post. Los elementos que pueden significar una lesión en las patas del animal pueden cambiar pero al mismo tiempo se debe tener presente la condición de “descalzos” de nuestros animales. Dicho esto, quiero puntualizar que en las zonas costeras, las conchas de crustáceos rotas pueden significar un peligro de corte o punción en las almohadillas del animal. Evita que transite por zonas donde existe la presencia de este material orgánico ya que cuando se rompe lo hace en trozos muy pequeños y afilados. También en zonas de playa la arena caliente puede significar un peligro por lo que si al poner tus pies en la arena te quema no permitas que tu animal transite sobre ella.

Adaptando a los animales al medio

Si por cualquier razón, y a pesar de prestar atención a los factores de riesgo en los paseos, evalúas que dichos factores son inevitables, siempre tienes la opción de adquirir calzado para el animal que protegerá sus almohadillas sobre cualquier superficie.

Para acostumbrarle sigue estos pasos:

• Cerciórate de que el animal asocia su instante favorito salir a pasear con el acto de ponerle el calzado.
• Ve poco a poco con la adaptación y en los primeros días solamente ponle el calzado en las patas delanteras.
• Fíjate que el calzado en la zona de ajuste no coincide justo con el espolón de sus patas ya que podría causarle lesiones.
• Vigílalo de que no intente quitarse los zapatos con los dientes manteniéndolo ocupado en su juego favorito (buscar la pelota, esconderse y buscar o cualquier juego que le mantenga activo y entretenido).
• Una vez el calzado delantero esté integrado de manera orgánica a su rutina de pase pasa a la fase 2 que es calzarle las patas traseras.

¡Espero que estas recomendaciones te sean útiles para prever lesiones en tus animales de compañía y os deseo un excelente verano con paseos seguros y muy divertidos!

Feliz Verano!! Veterinario a domicilio en Madrid

Veterinario-adomicilio2022